Tus amigos deberían hacer tu piel brillar.
Highlighters, hidratantes, risas, wet orgasms. Tú eliges.
Disclaimer: Tus amigos no son responsables de tu estado de ánimo, sólo tú lo eres. ¿Se pueden comportar como perfectos capullos? También ¿pueden joderte el ánimo comportándose así? Claro. No lo vamos a negar. Pero sigue siendo tu responsabilidad a quién llamas amigo y hasta dónde les dejas deshacer en tu vida.
Dicho esto, tampoco son responsables de lo que te brille la piel, pero seguro que son catalizadores de tu buena, o mala, cara. ¿Lo pillas? Mandar mandamos nosotros, al elegirlos, al disfrutarlos y cuando empezamos a tolerarlos y a consentirlos. No podemos negar la influencia que tienen en nuestro ánimo las personas a las que amamos y por consiguiente, en nuestra apariencia. Hay que estar pendiente de quien te trae alegría de manera desinteresada y de quien solo es tu amigo cuando recuerda que necesita algo. Aparentemente bastante sencillo, no tan fácil en la práctica. Hay que tener cerca a quien te desee bien, a quien te quiera bien, a aquellos que su presencia es paz. Tus amigos deben querer verte triunfar, estar feliz y sonriente, y no hacer nada que vaya a poner en peligro eso, al menos, de manera consciente. Que todos nos equivocamos, todos la cagamos de vez en cuando y quedamos como unos absolutos gilipollas, yo incluida. Pero siempre es mejor reconocer que has sido una gilipollas inintencionadamente, que intencionadamente negar que lo has sido para dejar a tu amigos de locos e irte de rositas.
Digamos que vengo a señalar cual es tu parte activa y su parte indirecta en tu vida. Los amigos no son salvadores. Los amigos son bendiciones. Y ya. Así que elige bien a tus bendiciones y sé tu otra para ellos. Te sientan bien a la salud aquellos que te cuidan porque les nace, porque comparten contigo que hacer el bien es gratis y no usan la sonrisa para conseguir nada de nadie y menos de ti. Te sientan bien los que no te han hecho un regalo en años pero siempre están. Te sientan bien los que saben estar en silencio contigo y los que no lo quieren saber todo de ti para quererte, aquellos que no te endiosan y te hacen bajar a tierra cuando sea necesario.
Tu cara es reflejo de cómo te hacen sentir tus compañías que tú solita eliges. Y aquellos a los que llamas amigos, en su presencia, deberían hacerte radiar. Los amigos no existen para curar sentimientos de soledad, están para compartir con ellos, no son parches que utilizar cuando te duela, ni un cubo donde tan solo vomitar tus males. Tampoco son alguien a los que chupar su luz y buena energía para tu mejorar un poco tu ánimo cuando te pierdas.
¿Quién mide la buena elección de compañías? En mi caso, mi estómago. Y los comportamientos de esas personas que son de dominio público. Fíjate en como tratan a los demás, sobretodo a los desconocidos, no te creas tan especial como para pensar que a ti no te van a fallar, como fallan a aquellos que públicamente dicen querer. Los amigos no dan ojeras, las quitan. No te apagan la piel, te hacen brillar de compartir risas. Y esto puede parecer superficial y vomitivo, como una taza con afirmaciones positivas, pero es que es así. Si no sientes que con tus amigos el tiempo pasa volao y te sientes como en casa y segura ¿qué haces con ellos? Segura de que no se van a aprovechar de ti, segura de que no se dedican a darle la vuelta a todas las tortillas, segura de que no van por detrás metiendo mierda. Te va a tocar reconocer aunque duela, que esos no son tus amigos de verdad and you will have to let them go. Mientras esa sea la calidad de interacción que ofrecen. Y sí, con los buenos amigos también te puedes enfadar, puedes chocar, dejaros de hablar un tiempo, pero nunca darles donde más les duele porque pase lo que pase, les quieres.
Son cosas básicas que no todo el mundo tiene claras. Pero tu tienes que tener claro que quien esté en tu vida no puede robarte la paz, ni crearte un nudo en el estomago ni dejarte el corazón en un puño, ni dispararte el cortisol de la ansiedad que te da que salte con algún comentario hiriente que se lo ocurra ese día.
No te quedes a intentar comprender porqué la gente hace lo que hace. Si no te sienta bien, si no te parece bien, lo hablas y si crees que la conversación no te va a llevar a ningún sitio, te vas y listo.
¿Cuando vas a cooperar contigo en vez de ir en contra con tus elecciones?
Intentando ponerle broche final esta carta, en un parón, cogí el móvil y me salió un vídeo en el que una chica preguntaba ¿cuántas faltas de respeto puedo tolerar antes de cortar mi relación con alguien? y le contestaron ¿cuánto veneno puedes ingerir antes de morir?
Pues eso, ¿cuánto veneno puedes ingerir antes de morir?
Muy buen fin de carta y ni siquiera es mio. Mejor que nos brille la piel.
Love,
Nu.