Tras unos meses de pasar por monja budista: no sex, no dates, no flirting (casi, que el coqueteo se me escapa) y mirar hacia dentro, decidí volver a los ruedos. Vaya acogida. Casi se me saltan las lágrimas.
Ahora solo cuando me agacho.
Sarna con gusto:
No pica.
Esta mañana confirmaba en la ducha lo necesarias y sanas que son las relaciones sexuales (con alguien que te guste): piel más brillante y tersa, y el vientre como si hubiera estado haciendo pilates. El buen sexo es como una sesión de belleza. Mejores pómulos ¿de hacer qué?
Abdominales y piernas más fuertes. Cardio y core, pero sin sufrir. No, no podemos ser unas vagas y después esperar que ellos hagan de todo. Así como no podemos esperar que el sexo sea maravilloso, si tampoco nosotras nos interesamos por lo que nos gusta y les gusta. Es trabajo en equipo.
Mi amigo Erno gestiona mi Bumble. Yo intento dormir un poco en el sofá, mientras él filtra. Nos morimos de la risa con la intensidad que tienen algunos en sus descripciones y sus fotos. Aparentemente son todos surfistas, escaladores y domadores de caballos. Y nos roban el corazón los que buscan responsabilidad afectiva, mujer e hijos y una compañera de cama estable. Convirtiendo un match en un pacto de sangre. Falta naturalidad y espontaneidad. Por muy atractiva que me resulte una foto no sé que va a pasar ni puedo pretender que seas lo que deseo. No sé cómo hablas, ni como te mueves ni como tratas a la gente. Tú no sabes ni como hablo, ni como me muevo ni como trato a la gente. Quizás me aburras terriblemente, quizás te aburra terriblemente, quizás solo queríamos un rollo de una noche y de repente nos enamoramos, o todo lo contrario. Matamos toda la magia con nuestras expectativas en vez de dejar evolucionar las cosas con cariño, aunque evolucionar sea, en muchas ocasiones, que se acaben. La magia está en ir a tomar algo por diversión y de repente notar esa energía que te hace saber que estáis los dos pensando lo mismo “The sex going to be sooo good”. De repente, escuchas el beat de Chaining Day- J.Cole en tu cabeza.
Así que solo queda esperar a que caiga del cielo ese primer beso al que solo precede un pequeño silencio. Silencio que se rellena con pasos lentos hacia él mientras le miras la boca. Eso es lo que mejor se me da. Welcome to Spain. Me aseguraré de que tú viaje sea memorable. Desabróchense los cinturones.
Escuchaba el otro día que si notas tensión sexual con alguien es indicador de que ambos estáis sintiendo lo mismo. ¿Nada mejor que saber eso no? Para así tener claro cuando hacer tu move o cuando no hacerlo. Si tú la sientes, ya sabes que él está en el mismo punto que tú.
Y ese es mi consejito de la semana: Tú no, tú no, tú no, tú sí. Deja los prejuicios. Bájate Bumble. Y sí, como dice mi amiga Ángela “Está jodida la cosa” pero siempre hay joyitas con las que sonreirás.
Voy a coserme un top con plumas, que me subieron el guapo. Ya os imagináis cómo.
Love,
Nu.