Empecé el año comprando un micrófono. Para que esta carta la podáis escuchar con mi voz y palabras. Así que voy a intentar sonar lo más natural posible, como si estas palabras no las estuviera leyendo.
Si parece un perro, camina como un perro y ladra como un perro, es un perro.
Breaking Bad supuso el fin de la relación con mi novio el guiri. Una no se imagina que el tall dark handsome man boxeando, sudando y con acento inglés podía también ser Testigo de Jehová. Una piensa que los Testigos de Jehová son rubios, con las cejas tan claras que ni se les ven, que van de dos en dos y no les presupones ningún tipo de vida sexual. Y para ser honesta, jamás pensé en la posibilidad de Testigos de Jehová negros ya que en Cartagena eran siempre extranjeros rubios los que venían a tocar por las puertas. Mucho menos, pensaba que fueran buenos en la cama, ya que demasiadas “religiones” hacen del sexo algo sucio, pecaminoso y alejado del placer de dos personas. Así que discúlpame si eres atractivo, educado, no me quieres lavar el cerebro metiéndome miedo con un apocalipsis inminente and you are making me orgasm every morning, y no me imagino que creciste en una secta.
La primera vez que le vi, cuando giré la esquina entrando a un parque, dije en voz alta “Dios mío, ¿Por qué no me pasan a mí estas cosas?” Después le oí hablar y dije “Ay qué tiene encima acento de Londres” y un aire al actor de los Bridgerton. Dos meses después, estábamos teniendo nuestra primera cita. Unos días después, (Mamá no leas) I was squirting in his bed. Algunos amigos me preguntan si no me di cuenta en ningún momento, pero es que yo estaba demasiado ocupada cambiando sábanas.
Ya ha pasado un año y medio desde que lo dejamos “ya que nuestros valores no encajaban” dicho por él, un acierto por su parte, o porque no me iba a dejar manipular para acabar pensando que eso es “una religión inofensiva más”. Como cada uno lo quiera ver.
Y aunque me muera de ganas de contar todo el pastel, voy a hablar únicamente de la parte de sus creencias que me afectaron a mí sin caer en cosas más personales, que solo le incumben a él y a su familia.
Imagínate yo, completamente ignorante de cómo creció y fue educado, me pasaba el día metiéndole mano, tocándole todo el rato en bares y él jugando al “vergonzoso”. Yo no me enteré hasta los casi 10 meses de estar con él. ¿Cómo me enteré? Viendo Breaking Bad. Estaba tumbada sobre él cuando salieron dos en una escena y yo dije “Anda, mira, testigos de Jehová” A lo que él contestó “Sí, mis padres son testigos de Jehová, yo crecí en esa iglesia” Me levanté y le dije ¿pero tú sabes que tus padres están en una secta no?
Hasta entonces me había dedicado a celebrar fervientemente cualquier celebración pagana. Véase, su cumpleaños. No sabéis lo que me costó sacarlo a comer. Que le daba igual su cumple decía. A lo que yo le contestaba: ¡pero cómo no te va a gustar tu cumpleaños! ¡cómo no vamos a celebrarlo! El lunes te pones guapo, llevo regalos y comemos por ahí. Ese día insistió en que pagara yo. Supongo que para poder imaginarse que era una comida cualquiera y no él activamente celebrando el día que nació. Quizás él pensaba que la única que estaba celebrando su cumple era yo y que él simplemente me estaba acompañando a comer. No se sabe.
No birthday sex today? just sex? Ok.
Manteníamos relaciones sin problemas hasta que empezaron los “Es que siempre tienes ganas de follar” a lo que yo le contestaba ¿Pero tú te has visto hijo mío? ¿Cómo no voy a querer acostarme contigo?¿De verdad piensas que Netflix se paga para ver algo? Yo lo pago por los “¿Sigues ahí?”
¿Y si decido ser célibe durante un mes? Era otra de sus preguntas que me planteaba al final de estar juntos y la verdad te digo una cosa, yo puedo estar sin tener sexo si no tengo pareja, si estoy saliendo con alguien, que mínimo uno cada ocho horas si estás en mi presencia. My love language is physical touch así que te puedes imaginar lo que significa no tener sexo para mí, es como decir que no me quieres y que no te atraigo.
Aun así él insistía que no era testigo. Según yo, sí. Si tus padres siguen siéndolo y te siguen hablando, haces estudio de Biblia, no te harías transfusiones de sangre y si tuvieras un hijo que necesitase una, te lo pensarías, bajo la justificación de que todos en algún momento tenemos que morir, lo eres. Imagínate que la cosa avanza, tenemos hijos, mi hijo necesita una transfusión y me dice que no. Le mato directamente. No hay más. Mi hijo no se muere por tu relación con Dios. Me dijo que puedes sacarle sangre a tus hijos y tener bolsas de su propia sangre en neveras. Manda cojones. La verdad que yo no me veo con la Polarbox en Disneyland. Pero claro, tampoco le gusta Disney porque es otra máquina de lavar cerebros a niños. Se abrió el cajón de mierda.
-Estas cosas se dicen desde el principio.
-Mi fé y mis creencias no influyen en tu vida.
Claro. Sólo tengo que aceptar que tu manera de pensar es retrograda, que perteneces a un grupo coercitivo y esperar un pelín más a que te muestres de verdad. Una vez reventó esto, empezaron los comentarios homófonos y machistas. Y a mí no me vas a venir a decir tú que las mujeres no entendemos que la maternidad limitará nuestro éxito laboral. Mi idea de éxito la defino yo y mejor no tener hijos contigo, no vaya a ser que los hagas esperar “a los 18 para que puedan ser gays” como él mismo soltó.
Por unas semanas no entiendes con quién has estado saliendo, estás confusa, te da una de cal, otra de arena, salta de la coherencia a la incoherencia, de la tolerancia a la intolerancia, hasta que te das cuenta que no hay salvación si él no se salva de su adoctrinamiento. Él decía que nadie le decía lo que pensar, pero cuando te lo inculcan desde pequeño ¿qué coño vas a distinguir si te han manipulado? Y abandonar todo lo que conoces, a tu familia y amigos, duele y es difícil. Mejor pensar que los demás están locos. Él no tenía mal fondo pero todo se convirtió en una discusión tratando de entender “que no era Testigo”. Se cancelan las vacaciones juntos y lo único que deseas es que vuelva de sus días en Inglaterra para dejarle cara a cara. Él decide hacerlo por mensaje. Mejor. Cada uno en su casa y Dios en la de todos.
Y yo me río ahora, pero me pilla floja, enamoradísima y sin saber estar sola, y me puedo quedar atrapada ahí por no saber dejarlo ir, por no priorizar mi paz a cambio de una pareja.
Pero hay que ver las cosas como son, ver documentales y no solo quedarnos con la parte buena que queremos ver. Él es amable pero tampoco cree en la Ley de la Evolución. De ahí a ser terraplanista hay ná y menos.
No sé que esperaba de mí. ¿Has visto Cléa? ¿Has visto mi insta personal? ¿Te da la impresión de que puedo acabar siendo a god fearing woman?
Espero que nadie se encuentra en esta situación, pero podéis escribirme si lo necesitáis.
Love,
Nu.