Creo que ya lo he dicho más veces: la ignorancia es valiente. Lo que hace que, me dirija precipitadamente a compartir mis pensamientos sobre los lubricantes. Claro, así como hacer un curso de fotografía no te hace fotógrafa , follar no te hace sexóloga. Sin embargo, te da la experiencia necesaria para compartir tus humildes vivencias con respecto a la humedad que debe acompañar a tu cuerpo antes de cualquier acto sexual.
Ignorancia , curiosidad y experiencia se juntan aquí hoy.
El tema es que nos untamos en lubricante como quien se toma pastillas para el dolor de cabeza, sin estar presentes y queriendo borrar los resultados de nuestras pobres decisiones ¿Qué te da dolor de cabeza para que dejes de hacerlo? Y la única pregunta relevante del texto de hoy ¿Qué necesitas para ponerte cachonda? Hablando en plata. Es que, aunque parezca una tontería, quizás no te has cuestionado esto y vas por la vida pensando que no lubricas por cuestiones genéticas.
Vamos por la vida, sin despedir a nuestro jefe y sin comunicar qué deseamos a las personas con las que nos acostamos. Me da igual que sea tu novio, tu amigo o un rollo de una noche: comunicación señoras y preliminares cuando los necesites.
El amor no es suficiente para lubricar, el amor a alguien no es suficiente para renunciar al placer en el sexo. El amor a ti misma sí, no para renunciar al placer, es suficiente para lubricar y darle la bienvenida al placer.
Los aceites deberían ser parte del juego, parte del camino a que te sientas mejor, parte del disfrute, pero los lubricantes nunca la única solución ni el velo que no nos deja ver que no estamos pidiendo lo que deseamos (y nos merecemos) en la cama, que no estamos diciendo ‘no’ a lo que no nos gusta o que no estamos respetando el ritmo natural de excitación de nuestro cuerpo por las prisas de alguien por meterla.
Un bote de lubricante perpetuo en la mesita de noche no debería ser suficiente como para que tú ignorases las señales ( o la ausencia de ellas) de tu cuerpo. Para que te conformases mientras dices: <<Así ya no me duele tanto>>
Por Dios, despierta.
No podemos solucionar con lubricante el desconocimiento que tengamos sobre nuestro cuerpo. Y no hay una edad específica para empezar a conocerlo, puede ser hoy mismo. Yo lo empecé a conocer bien a los 29, que para muchos puede ser tarde. A mi me sorprende también, más por la desinformación que circula que por mi edad. No me sentí dueña de mi sexualidad hasta ese momento.
<<Mea inmediatamente después de tener relaciones sexuales>> Para mí, eso es otro mito. Yo ahora directamente me quedo sobada o me vengo al taller. Si estás cómoda con esa otra persona y te lo disfrutas, no hay infección posible. Pero a ese tema entro otro día.
<<Me duele la penetración>> Y hasta las más conscientes, te recomiendan aceite de CBD íntimo.
Y señalo esto para que veas que nos acostumbramos a cualquier cosa mientras cumpla el requisito de <<Mal de muchos, consuelo de tontos>> Si le pasa a más gente, lo normalizo y sufro con ellas.
Tienes una mejor herramienta que un bote de lubricante, que es tu mente. Y repito, no normalices el dolor porque algo te lo calme, busca la causa. No se trata de coger tus bloqueos y ponerlos a remojo en lube. No los ignores porque puedas disponer de soluciones inmediatas.
Nadie te pregunta ¿qué te gusta en el sexo? ¿Qué necesitas para sentirte segura? ¿Te atrae tu cuerpo? Nos dan un bote de lubricante y un disfruta. ¿Nos desvían estos productos de encontrar la razón de porque no lubricamos de manera natural? Nos lo ponen fácil, eso sin duda.
Si estás realmente excitada, lubricas sola.
Tenemos una brújula llamada cuerpo, escúchala.
You know I got the sauce
You know I'm saucy
And it's always wet, a bitch never ever had to use lip gloss on it
Playing Rihanna - Sex with me
Una cosa son los aceites y otra cosa los lubricantes. Los aceites son externos, son para acariciar, para tocar, para jugar, los lubricantes para facilitar la penetración. Pero ya te digo, que cuando el cuerpo está preparado y la mente ha sido estimulada como te gusta, tu cuerpo solito genera el mejor lubricante.
Y esto no nos lo dicen, lo tenemos que descubrir con nuestro primer buen amante unido a nuestra recién estrenada mentalidad de que somos parte activa de nuestras relaciones sexuales. Pero vamos, que podría ser algo así:
Y que te duela, o que estés experimentando sequedad en este momento, no quiere decir que vaya a convertirse en algo crónico.
Yo te invito a que veas este documental PLEASURE en Netflix y que leas el libro “El Tao del Sexo, la Salud y la Larga Vida”
Y la conexión entre Cléa y la carta de hoy es: Cuanto más liberes tu energía sexual (y esto no se reduce al sexo), más segura estarás en tu cuerpo y por consiguiente más libre de elegir la ropa que te pones. Así los de marketing contentos.
www.cleastudio.com
Love,
Nu.