Dicen las malas lenguas que el sueño de muchas mujeres es abrirle la puerta de casa al que les gusta de rodillas y que se les corra en la cara. Por muchas mujeres, nosotras, por malas lenguas, mi amiga cuyo nombre no mencionaré. Cuando me contó ese deseo suyo, le pusimos lazo a nuestra amistad. I want that too baby. Te copio la idea. A mí me parece lo más divertido del mundo, un hombre que te sigue tu energía sexual, que quiere hacer todo eso contigo.
Aunque muchos hombres llaman follar a correrse ellos y a imaginarse que tú también lo has hecho. Asegúrate capullo. No me dejes así. Cuando ellos acaban, nosotras empezamos. Si no haces a tu pareja o compañera de cama tener uno o varios orgasmos, who fucked who? Dan ganas de cobrarles coño, por el servicio que ellos no han ofrecido. Son 3.000€, en efectivo.
Dejando esas quejas ahí ¿cómo es de bonito hablarle guarro a quién te gusta? Sabiendo que le gusta, claro está y siendo recíproco. Es otro tipo de meditación. Ojos de alegría iluminados por la luz del móvil.
¿A quién no le gusta sentir la emoción anticipada a un encuentro sexual? ¿Saber que alguien está pensando en ti desnuda? ¿Estar trabajando y recibir un mensaje que diga “te lo voy a comer hasta que te tiemblen las piernas”?
Honey, honey, I could be your bodyguard ❤️
Sentirse musa de las fantasías del otro por unos breves momentos y convertir en natural y alcanzable cualquier deseo sexual is pretty fucking sexy and healthy.
Libertad para pedir, libertad para hablarlo, libertad para disfrutarnos, para estudiar los límites de ambos. Y descubrir, de repente, que con ciertas personas no hay límites para nada porque te sientes cómoda y segura. Porque te pone tan enferma que hasta una bofetada, o dos, te parece una buena opción. “Si me dejas hacerte esto, se me va la cabeza” me dice. Las cachetadas ya van incluidas y se las espera. Gracias.
Es bueno para la salud saber que te tienen en tan alta estima, no un requisito, pero seguro que suma a el buen funcionamiento de tu cuerpo.
Y a mí me encanta tener la confianza para hacer la lista de cosas que pasarán cuando nos veamos y me aburren los tíos que no hablan de ellas o hablan de ellas para no ejecutar ninguna. Qué pereza. No puedes exagerar en tu narrativa ni en el tamaño de tu polla. Di solo aquello de lo que estás seguro que vas a ser capaz de hacer with that penis. Que muchos hablan como si les pesase como una botella de 250 ml y después parece que la tienen hecha de fibra de carbono. Lemme know when you are about to go inside but I’m already inside type situation. O los de “es que no te puedes imaginar lo dura que me la pones” y luego resulta que tienen unos problemas de erección de los cuales deberían encargarse y dejar de ignorar, que todo tiene solución. Así que lo de durísima era mentira ¡wow, cómo me pone que me mientan! Y no, no era Pinocho. Nada aumentó su tamaño.
Si tu pareja es un rancio o una rancia a la que no le gusta el intercambio de mensajes así, te tiene que compensar mucho en otras areas de vuestra relación para olvidarte de esa tan divertida, sinceramente. Hay que ser una caradura. Coquetear. Jugar. Y dejarse de hostias que nos vamos a morir y no sabemos cuando. Venga. Vamos a mandar ese mensaje juntas “Quiero que me levantes este vestido, me muevas la ropa interior hacia un lado y que me hagas lo que más te apetezca” El vestido en esta visualización es el Martina, el que monté azul la semana pasada.
Voy a empezar a escribir este tipo de cartas con seudónimo que últimamente me paso de natural.
Que tengáis buena semana.
Love,
Nu.