No eres más especial que el resto por estar perdida ni te mereces más atención. Para ir quitándole peso al asunto, drama e innecesario sufrimiento a tu momento presente. Mi conversación, y esta carta, tampoco pretenden ser el punto de partida de la competición por quien de nosotras está más perdida, o tiene más derecho a quejarse. Y si quieres competir en pena, como siempre digo: Ojalá ganes tú. No seré yo tan tonta de que querer ser la número uno en pasarlo mal. No honres la pena, no la dignifiques. Sánala. Airéala. Compréndela. Aprende de ella y déjala ir. Pero vamos, que si no te sientes perdida de vez en cuando es que eres un robot neniña.
Antes perdía horas, días y semanas regocijándome en lo perdida que estaba. ¡Ay Dios mio no sé que hacer! ¡No sé por dónde seguir! ¡Odio mi vida! ¡Lo dejo! ¡Todos saben lo que hacen menos yo!
Seguramente… Todos encontrados menos tú. Eye roll.
Últimamente me sentía sobrepasada, con ansiedad a ratos, como si estuviera a punto de ponerme a llorar ¿qué me pasa? ¿Qué ocurre? ¿Qué estoy ignorando? ¿Qué querría estar haciendo que no me doy permiso a hacerlo? Suficiente incomodidad como para señalar que hábitos había dejado de lado.
Todos tenemos trucos que nos funcionan. Que nos ayudan a resetear y volver a empezar, fresh, clean. Para mí es meditar por las mañanas 15 minutitos. Estar presente en mi respiración mientras visualizo mi energía purificarse. Cosa que estoy volviendo a recuperar, ya que el último par de meses, lo he ignorado.
Al lado de mi cama, tengo notas pegadas, que me recuerdan donde quiero poner mi mente. La primera dice:
Physically fit
Mentally fit
Spiritually fit
Financially fit
En ese orden.
Más pilates. Dry brushing. Masajes faciales. Comida rica y sana, que le siente bien a mi cuerpo. Más libros en mis manos tumbada en el sofá. Más charlas inspiradoras. Más charlas espirituales. Más cuidar de mi dinero y tenerle más amor.
Si tu cuerpo no está bien, da igual el dinero que tengas. Si estás enfermo, da igual el dinero que tengas. Si estás deprimido, da igual el dinero que tengas y mucho importará lo que muevas tu cucu, para dar más espacio a la paz mental. Si no te conectas a lo intangible, a lo espiritual, llámalo Dios, universo, energías, vibes, da igual el dinero que tengas, no conseguirás verle el sentido a la vida ni apreciar las pequeñas cosas. El dinero facilita todo lo demás. El dinero es neutral, ya lo tengo dicho. Y no deberíamos tenerle tanto miedo, y ponerlo en la categoría de lo más importante.
Entonces ¿estás perdida hoy? ¿Estas semanas? ¿Meses? No pasa nada. Ponlo en la carpeta de momentáneo, no de eterno. Vamos a ver. Todo pasa. Hay que incorporar nuevos hábitos. Aunque sean 5 minutos al día para empezar. Mejor estar 23 horas 55 minutos perdida que 24 horas. Y los hábitos, de uno en uno, por favor, que cuando apretamos mucho a la perfección, nos asfixiamos a nosotras mismas. Mañana no vas a hacer deporte, meditar, comer sano y controlar tus finanzas a la perfección si empiezas desde cero. Nos llega con el poco a poco, para que se quede de por vida. Porque te mereces una vida en paz. Y hay que darle permiso para llegar.
Perdida who?
Love,
Nu.