Let’s face it. La Navidad y el fin de año reclaman demasiado de nosotros. Acertar con regalos, tener una sonrisa en la cara a la fuerza porque es la época “más bonita del calendario” y mirar atrás para revisar nuestro año a la fuerza,para saber de qué queremos más y que deseamos dejar atrás.
También podemos caer en que en este recap nos demos unos cuantos golpes por no haber viajado lo suficiente, por no habernos cuidado lo suficiente y por no haber follado lo suficiente. No valoramos los errores que nos hacen aprender, las ausencias que nos motivan a crear y la paz que da que la gente entre y salga de nuestras vidas. Eso no cuenta como contenido bonito para Instagram.
El recap nos puede llevar a pensar que el único momento para cambiar tu vida fue el año anterior, asumiendo una derrota ficticia o que el único momento para mejorarla es este 31 de Diciembre. Tu vida no empieza un 1 de enero ni termina el día anterior. Tu vida nueva empieza cuando a ti jte salga de los huevos y tampoco es cosa de un día en concreto. Tu vida es un cúmulo de decisiones que has ido tomando hasta llegar a esos momentos en los que dices ¡olé!
No te va a ir mejor por mañana llevar ropa interior roja, ni por acabarte todas las uvas. Te irá todo lo bien que permitas en cuanto dejemos atrás exigencias y nos inclinemos más a “Esto me lo merezco porque sí”. Quizás la vida vuelve a empezar cuando tu cuerpo sane de una enfermedad y no este lunes. Quizás tu año nuevo es cuando abandones a ciertas amigas que no te aportan. Quizás comienza en Marzo cuando conozcas a un nuevo amor. No tienes que tener la respuesta a todo el lunes 1 de enero.
Hoy aquí vengo a levantar pesos. Ese peso de siempre tener que ser más y mejor. Quizás puedes darte el gusto de estar en calma sin ninguna recapitulación del 2.023 llena de fotos de playas y conciertos. Porque quizás los pasos que tú diste para avanzar o los logros, que tú sabes que han tenido lugar en tu vida este año no se pueden compartir, pero existen igualmente.
Todos hemos avanzado, quizás este año que entra te apetece más disfrute y éste que abandonamos fue para aprender, para descubrir herramientas para estar mejor, o viceversa.
El caso es que no hay que celebrar y aparentar felicidad a la fuerza. Hay que hacer lo que te nazca, en la cantidad que te nazca y cuando te nazca. No hay familias perfectas, ni relaciones perfectas ni nada perfecto en esta vida y llegan estas fechas y nos exigimos, que no permitimos, sentir amor. Nos exigimos ser ricos, guapos y con una vida sexual por todo lo alto.
La vida no para en diciembre para ser bonita. En diciembre hay lo mismo que en otros meses. Amor, desamor, victorias, derrotas, errores, aprendizajes. Es otro mes más en el que nos toca elegir, a poder ser inclinándonos a aquello que nos hace bien.
No sé que acabo de escribir. Pero ha salido del tirón. Ha sido un impulso. Yo en realidad quería prepararme una ensalada. Pero espero que el mensaje se entienda. Pues nada chicas, cada día es un buen día para volver a empezar, y mañana, un día más.
Un abrazo enorme.
Love,
Nu