Mucha gente no comprende cómo poniendo todo de su parte para hacer las cosas bien, buscándo ser generosa, amable, estar presente para los demás y no hacer daño se lo acaban haciendo. Y ese comportamiento de mierda que están recibiendo, no lo sembraron, que es lo más loco y lo más difícil de comprender. Pero chica, es que no todo el mundo es agradecido. Hay una parte de la sociedad que no tiene los valores muy claros y la otra parte los sufre si le da el poder. Así que por supuesto, no siempre recibimos lo que damos pero siempre recibimos lo que creemos que nos merecemos. Y con esa frase acabo de complicar una carta que quiero que sea sencilla porque son las 20:42 y estoy arrancando este texto del que sólo tenía el título. Y vengo a liarla ahora con el “no siempre recibimos lo que damos pero siempre recibimos lo que creemos que nos merecemos”
Imagínate que encontrarte con gente desagradecida, y desagradable, es una constante en tu vida. ¿Es casualidad, responsabilidad de los demás o responsabilidad tuya? Yo en la casualidad no creo, creo que los demás tienen responsabilidad hacia los otros, pero cuando eso que tú consideras casualidad es más una constante, creo que la responsabilidad es tuya.
Ahí es cuando entra la idea del merecimiento. ¿No te mereces que las cosas vayan bien solas? ¿Sin ningún tipo de esfuerzo?¿Crees que eso es lo mejor que te pueden tratar después de estar showering people with love desinteresadamente? Estoy segura de que te puede ir mucho mejor. Seguro que sí. Seguro hay gente con la que tener una relación más recíproca. Quizás hay que dejar de regar en tierra muerta. Llámame loca.
Y no se trata de llorar, ni de lamentarse, ni de exigir “Es que yo hice esto por ti” No. Tú hiciste lo que te salió de las narices y esa otra persona también ha hecho lo que le salió de las narices ¿qué nos dice la experiencia sobre esa persona? Que cuando ella hace lo que le sale de las narices, no tiene en cuenta si a ti te va a doler. ¿Queremos eso en nuestras vidas? Of course not. Así que, you better move on. Y dar todo ese amor a ti y a los tuyos. Y sí, te he puesto a ti antes. Que lo de dar amor primero a los demás y quedarte tu de última nunca es buena idea. Vas a dar más y mejor si te llenas a ti antes. Aprende eso.
No hay nada más que pudieras haber hecho o que deberías de haber hecho. Ya fue. Pasó así. Y mi recomendación es que tú deberías de seguir siendo esa persona generosa, amable, cercana, que quiere que a los demás le vayan bien y no cerrarte para protegerte de que te vuelvan a hacer algo así, para evitar sentirte decepcionada una vez más. No te cierres porque cuatro tontos están a otras cosas, siendo esas cosas sus intereses personales.
Deja de estar preguntándote ¿y por qué pasó esto? Dando marcha atrás en la historia para ver si encuentras qué fue mal. Suelta. Déjalo ir. Hiciste lo que mejor supiste. Si es bien recibido, genial, si no, al menos podrás irte a dormir tranquila de que hiciste todo lo necesario para ser una buena persona sin segundas o malas intenciones dentro. Y eso es de un valor incalculable para ti ¿La conciencia tranquila? No tiene precio. Son esas conciencias intranquilas las que hacen a la gente actuar como verdaderos gilipollas.
No siempre recogemos lo que sembramos. Y no pasa absolutamente nada.
Love,
Nu.