<<Si luchas por lo que amas, conseguirás todo lo que te propones>> dicen por ahí.
Pues entonces dime tú a mi porque Rihanna está embarazada de Rocky antes que yo. Porque yo esforzarme, me esfuerzo,
but I see no hot millionaire sitting on my sofa.
Espera… Ella es la
hot billionaire
. Quizás un trio podría funcionar, pero solo con ellos dos.
Poco tiene que ver esta intro con lo que quiero hablar, o quizás sí.
Porque a Rihanna poco le importa llevar las tetas colgando, al aire, y poco la escuchamos cantando sobre el miedo que muchas personas pueden tener ante los pechos desnudos. Dice mucho con sus actos y poco la ves explicando porque sí o porque no, las saca a pasear. Las saca y listo.
Why? Do my tits bother you?
¿A qué viene esto? El domingo, mientras comía aceitunas, mis amigos pusieron a Rigoberta, no había escuchado la canción, y al escuchar <<No sé por qué dan tanto miedo nuestras tetas>> pensé ¿Por qué seguimos hablando de nuestras tetas? La música, en mi opinión, es para bailar, para ser feliz, para dar un beso mientras suena
Ven de Lá de Gilsons
, para admirar el
savoir faire
de los músicos y sus voces como de otro mundo, para admirar el talento para crear de la nada algo tan bonito. Y en esa canción, parece que estamos simplemente luchando por el lugar de la mujer, por que todos se sientan cómodos con nuestra desnudez y lo aprendan de una vez. Buenas intenciones seguro, comparto el mensaje también, pero
can we skip to the good part?
Y aquí llegue a
la separación entre la lucha y la asunción.
Tú puedes luchar por algo o asumir que ese algo ya es así.
Puedes
luchar
porque todos se sientan cómodos con tu desnudez o
asumir
que vas a hacer
topless
cada vez que quieras. Sin una canción como tirita.
Asumir que el resultado final de lo que quieres ya está aquí.
¿Qué queremos? ¿Que nuestras tetas sean como las de los hombres? ¿Que no sean algo sexual en todo momento? Pues asúmelo y olvídate de discursos.
Ejemplo: Este verano estaba en la playa con amigas. Con ellas hago
topless
y no me importan los hombres desconocidos de mi alrededor. Pero cuando llegaban sus novios, siempre pensaba que debía taparme. Y este verano, por primera vez, y poniéndome incómoda a mi misma, decidí que si ellos llegaban, yo seguiría en
topless.
No les pedi permiso, asumí que es tan normal como sus pectorales y hablamos de cualquier otra cosa, como siempre, menos de mis tetas. ¿Fue incómodo? Sí. El primer minuto. Pero asumí la realidad que queremos todas las mujeres. Que nuestras tetas den los mismo y que no se hable de ellas como si de política propagandística se tratase. No luché porque mis tetas fueran vistas como naturales, asumí que lo son y cada uno que se apañe.
A silent stand.
Hay personas que creen que tienen que
luchar por sus derechos
y yo soy más de
asumir cuales son mis derechos.
Parece lo mismo pero no, luchar es agotador y
asumir
me hace saber que
no son negociables
, que
son hechos
, y que ya puede llover o tronar que no te baja de ellos ni Dios, y tampoco me los tienen que dar, que ya los cojo yo.
Hacemos un llamamiento a las conciencias de los demás para sentirnos cómodas ante nuestra desnudez, aceptadas en nuestra piel. Pero los demás no tienen nada que aceptar, tienen que simplemente asumir la libertad de cada individuo, si quieren, que tú no les necesitas para nada. Porque esto no va de hombres y mujeres, va de mentalidades. Que no todas las mujeres son abiertas de mente ni todos los hombres trogloditas.
Las primeras dos semanas que sales en primavera sin sujetador por primera vez en tu vida, no son fáciles, pero lo asumes como tu nueva realidad. Pero no lo luchas, simplemente es. (Podéis leer también
“Sí, son mis pezones” que escribí hace unos meses aquí)
¡Llevo las tetas libres! Y no tienes que esperar a llegar a casa para quitarte el puto sujetador.
Luchar porque la gente no flipe al ver la sombra de nuestros pezones es una pérdida de tiempo y energía, asume que no vas a llevar más sujetador ( si eso es lo que quieres) y el resto que se regule el termostato de su cerebro. Pero no es una conversación que debes tener para convencer a nadie. Yo podría hablar de lo mucho que amo a mis tetas con esos pezones que antes solo quería odiar, podría inspirar a alguien a amar sus pechos, pero no tengo que dar un discurso para cambiar la mentalidad cerrada de nadie, porque les guste más o menos, mis pezones se quedan al aire.
Luchamos por lo nuestro, en vez de asumir que es nuestro.
Luchar cansa ¿No créeis? Luchar por nuestros derechos, luchar para que nos respeten, luchar para no sentirnos menos.
Asumir tus derechos y no aceptar menos es otra historia. Ya no hay que pelear porque ya los estás ejerciciendo, ya son tuyos. Ya llegaste a la meta.
Llega al final de la cuestión. Que una teta sea como un codo y algo sexual cuando así lo elijamos.
Porque cuando mi novio (
Note-to-self:
¿Es mi novio ya? Interesante) cuando mi novio me abraza los pechos al dormir no es sexo, es solo cariño, pero cuando los besa, ahí ya me huelo que quiere algo que felizmente le voy a dar.
No luches, atrae. No luches, asume.
Póntelo fácil.
Love,
Nu.
💥💫