Últimamente, nada parece lo suficientemente bueno como para captar nuestra atención.
En nuestra búsqueda constante de felicidad, de lo siguiente que nos hará felices, nos olvidamos del aquí, haciendo del presente algo desechable, inservible y poco emocionante.
Ojalá lo de estar presentes fuera tan fácil como que nuestras mentes estuvieran siempre donde nuestros cuerpos están. Pero es un poquito más difícil que eso y no siempre queremos estar al mando.
<<Joven, joven ¿Qué más te pongo?>> me dice el charcutero más dulce del mundo mientras no le escucho por estar enfrascada contestando un correo <<Joven>> de nuevo.
<<Disculpa, me distraje completamente>> le digo avergonzada.
<<Esto le pasa a mucha gente, pero yo, cuando estoy comprando, estoy comprando>> me dijo dulcemente. Saco de nuevo el móvil, lejos de su vista, hago un paréntesis en mi nueva lección de vida y anoto <<Si estoy comprando, estoy comprando>> Así es como nacen las nuevas cartas
Y ahí me di cuenta que últimamente no estoy presente en lo que hago la mayor parte del tiempo.
Si como, veo una entrevista o monto un reel. Si hago deporte, escucho un libro. Mientras escribo la newsletter hago ejercicios de faceyoga (o intento) ¿Por qué tenemos que hacer tantas cosas a la vez? ¿Nos da miedo estar presentes?¿Nos asustan nuestros pensamientos? ¿puede que si no hacemos mil cosas nuestra vida nos resulte aburrida, sin gracia y poco interesante?
Compramos y ya estamos buscando el siguiente estímulo, que nos de subidón en vez de disfrutar lo que tenemos. Vemos Tiktoks y como no sean rápidos, útiles o con un mensaje interesante, deslizamos y que nos den lo siguiente que nos emocione. Si seguimos así, convertiremos en basura todo lo que verdaderamente merece la pena. We need to slow-the fuck-down. Así que el llamamiento de hoy lo hago a no hacer mil cosas a la vez, a dejar de buscar, apreciar y estar aquí.
¿Quién mantiene el mundo? ¿Qué lo convierte en un lugar bonito? La bondad de absolutos desconocidos hacia absolutos desconocidos. Esa gente sabe estar presente y ayuda a los demás a recordar lo verdaderamente importante. Por ejemplo, la señora argentina que tiene la pizzería Mastropiero en Malasaña.
<<Os comento chicas, hay muchas cosas que pueden hacer en este restaurante: Reír, llorar, discutir, charlar… pero si no sacan los móviles, les regalo de postre bizcocho casero de chocolate con dulce de leche>> nos dice con ojitos de abuela. En estos casos ayuda que la compañía sea buena y que hayas aprendido a compartir tu tiempo solo con quien te alegra la existencia, porque no hay tarta que pague el suplicio de pasar un rato con alguien que no te aporta nada.
¿Qué nos puedes ayudar a estar presentes?
Un aprendido buen discurso hacia una misma. Yo creo que nos distraemos para no escuchar esa conversación interna que nos duele, y a veces para sanar, hay que dejar que moleste. Y si el precio a pagar para apreciar las cosas en este momento es estar incómodas unos días, deberíamos pagarlo y hablarnos con cariño mientras no queremos sentirnos así.
Dejar el móvil lejos cuando vamos a hacer deporte. Encender velas, quemar incienso y hacer un montón de mini rituales que nos ayuden a entrar en el momento.
Poner la mesa bonita a la hora de comer y disfrutar colocando la comida de una manera llamativa.
Irnos lejos de la ciudad de vez en cuando, al campo o a la playa, para que el ritmo de la ciudad no nos arrastre.
Elegir una pareja o amigos que no te haga querer perder el tiempo en tu móvil y mucho PDA (Public Display Affection).
¿Qué cosas si han captado mi atención últimamente?
El audio libro Will de Will Smith, que es como coser con el sentado dentro del estudio contándote anécdotas, también con muy buenos consejos, la película King Richard que una vez más Will Smith lo borda (sólo mire el móvil dos veces) , una meditación que encontré en Spotify, guié el sábado pasado en casa de mi amiga Christie que fue increíble. Comer tortilla en Cafe Pavón y sus zumos de tomate preparados.
¿Por dónde empezaría yo para estar presente?
Por la meditación.
Y por poner una nota donde la veas que lea “Todo lo que haga hoy, gozará de mi atención. Cuando coma, aperciaré la comida. Cuando esté cosiendo, apreciaré la posibilidad de vivir haciendo lo que me gusta, cuando esté haciendo pilates estaré atendiendo a lo mucho que me acompaña mi cuerpo”How do I put this delicately? “Si estás follando, folla” No estés pensando en que después te tienes que ir a trabajar o, como hacía la amiga de una amiga, pensando en la croqueta que se iba a comer después.
¿Cuántas veces no ha pasado que estabas viviendo algo bonito en el pasado pero no le diste valor o toda tu atención y ahora piensas que te hubiera gustado apreciarlo más? ¿Suspirando porque those were the good days?
La mejor oración es la gratitud y la mejor puerta a estar presentes. Si estás dando las gracias, no te estás ni quejando del pasado ni sufriendo por un futuro que todavía no existe.
THE END.
Hoy os voy a pedir que le compartáis la carta a una amiga, que todavía no la lea, y que le pidáis amablemente (bajo amenaza) que se suscriba y se una al club, que estás cartas quieren llegar a más gente.
Love,
Nu.
