¿A quién vi ser envidiosa por primera vez en mi vida? A una de mis abuelas. El problema es que eso parecía lo normal y presuponía que era así en todas las familias. Me enseñó, con sus actos y palabras, la comparación con los demás y la idea de que si otra persona disfrutaba de algo, tu única opción era envidiarla y hablar mal de ella, como si no se lo mereciera, como si no hubiera trabajado para disfrutarlo. Cebarte como deporte de sobremesa. “Era otra época Nuria, otra educación”. O que queiras. A misma merda é.
Con 19, 20 años, viví que una del grupo del instituto dijera a mis amigos que yo la había llamada fea. Era mentira y se lo creyeron. Quizás ellos si la veían así y por eso no se plantearon que se lo acababa de inventar. ¿Por qué ese odio? Envidia supongo. Aburrimiento. No saber cómo gustarte. Y querer quitarte de en medio a la persona recordatorio de lo que te gustaría vivir. Respirar por la boca es lo que tiene. No se filtra el aire igual y acabas comportándote como una mierda de persona. Creo que subconscientemente es algo así como: Tienes la atención que yo deseo. Mientras tú estés no me van a hacer caso así que te voy a hacer la vida imposible para sacarte de golpe. The end. Encontró alivio y satisfacción en mi sufrimiento porque sentirse amada seguro que no.
Las siguientes víboras fueron algunas compañeras del colegio en el que trabajaba de los 21 a los 23 años. Que estaban más preocupadas de mi cuerpo, mi cara y mi ropa que de si estaba haciendo mi trabajo bien. Cómo veis tampoco les preocupaba hacer su trabajo bien cuando el tema de conversación era yo. Quizás ellas querían tener encima a la panda de cuñaos que había por maestros mirándoles el culo como me lo miraban a mí. Ahora que soy ya una mujer sé que era acoso. Y que tendría que haberle prendido fuego al colegio. Pero estaba demasiado feliz ahorrando PARA PAGARME DISEÑO DE MODA. I was a girl with a big dream. No me podías quitar la alegría con tu amargura.
Hasta los 28, 29 creo que no me encontré con otra “amiga” así. Cuando se me caían las lágrimas de la impotencia de la situación que se creó con ella me dijo <<Llora todo lo que quieras que yo voy a seguir yendo a tu casa a ver a tus compis. Si no te gusta, siempre podrás quedarte en tu habitación>>
Decir que pasó sobra. Que me fui para casa temblando de que una loca, a la que conocía de poco más de un año, iba a rondar por mi hogar también. Nunca llegó a pasar. Una cosa es su imaginación y otra la realidad.
Hay gente que de repente va a querer ser tú. Pero no su versión de ti, tú. Nada de inspiración, usurpación directamente. Tu casa, tu trabajo, tu novio, tu marido, tus hobbies, tu gusto musical, like you could fake that, tu marca. Vas a tocarme Cléa por tu carita guapa y más cuando Cléa soy yo. Que a mi no me guste presentarme como fundadora no quiere decir que no sepa que lo soy.
Si no pueden ser como tú. Querrán que tú dejes de serlo. Que suelen estar un poquitito cucú. Let the manipulation games begin. Y la jugada va a ser poco a poquito. Ayudandote primero. Siendo tu confidente. Sabiendo dónde te duele. Dándote regalitos cuando no hay confianza. You name it. Para luego decirte <<Nuria es que las mujeres te ven y se vuelven inseguras. No puedes enseñar tú la ropa porque no van a comprar>>
Y la crees, aunque confundida, aun sabiendo que haces diseño a medida para que nadie se quede fuera, pero piensas que quizás sea verdad y que no lo ves por tu propio ego. Y Cléa vendió menos. Y Dios sabe que tengo clientas de todos las alturas, pesos, colores, nacionalidades. Y ninguna quiere ser yo, solo disfrutar la ropa como lo hago yo, feel like a boss in my motherfucking clothes que les cosí para ellas. Nuria volvió. Y volvió la conexión con mis clientas y nuevas.
¿Puedes evitar a esta gente? Quizás. Pero si aun así aparecen, siempre puedes irte tan pronto como te huela mal. No ignores a tu intuición ni aunque te llamen loca. Loca sí, pero esas lejos.
Hay que indignarse con estas cosas y saber que no te mereces ser tratada así porque haya alguien que haya decidido cegarse con lo que ve en ti. Tendemos a entristecernos, a tener miedo, a bloquearnos, que también es normal pero déjamos de razonar cuando alguien abiertamente va a jodernos. Déjalas con su plan a medias, sácalas sin perder el tiempo explicándoles porqué ya no tienen más acceso a ti, deja a la gente a la que ellas te “quieren quitar” hacer lo que les nazca, que así sabrás a quien tienes sin que tú se lo tengas que pedir. Será por gente. Quizás en vez de quitarte a un tonto, te quitas a dos. Sin embargo, lo más importante es que sepas que si los acosadores, los que te hacen pasarlo mal sin motivo, son tus jefas o jefes y por cosas que no tienen que ver con el trabajo: les puedes denunciar, o decirles si esto se mantiene te vamos a denunciar. Funciona. No veáis como dan los buenos días después de eso. Parecen hasta buena gente.
Me voy a coser, usad la carta de gasolina. Que no os amarguen. Que la vida es corta. Hay que intentar estar todo lo en paz que se pueda. Mi motivación de hoy es Beyoncé- Virgo’s Groove en repeat.
Baby come over
Love,
Nu