Ay pues no lo sé. Pero va en alza hasta que alguno me pare.
De momento, ha dejado de sumar. Que me tienen entretenida, pero no digo nada más que éste habla español, alguna carta ya leyó y ya me ha contestado a mi historia de hoy que qué me pasaba esta noche bueno.
Me crucé hace relativamente poco con un hombre que se atrevió a decir en voz alta que una mujer a partir de los 34 años es damaged goods: quizás ya divorciada, relaciones pasadas, demasiados traumas. Después de soltar esa barbaridad como si nada me dijo: Nuria, I like everything about you. Your braid. Your smile. Your conversation. Primero, I am so close to 34, eso que llamas damaged goods. Segundo, deberías leerte mis cartas macho. Reset a ese cerebro.
Hay hombres que todavía dicen que no les gustaría estar con una mujer que ha estado con muchos hombres. Como si el uso que le demos a nuestra entrepierna sea un acto de amor consciente y servicial a nuestra futura pareja. Como si la cantidad de hombres que pueden cerrar los ojos y recordarte desnuda determinen tu calidad como novia. Tercero, Cállate la boquica que estás más guapo. Anda nenico. Como dicen en Cartagena.
Tú número no es de la incumbencia de nadie, ni algo que aumentes o dejes de aumentar para contar con la bendición de la sociedad, familia, amigos y amantes. No te hace mejor o peor el defecto o el exceso de nombres en tu lista.
Hay personas para las que un solo nombre en la lista les funciona “Conocí a mi pareja, nos enamoramos, nos queremos, estamos felices y no necesitamos más”. Hay personas que hacen que el número 1 funcione, por cojones: “Te encontré, me encabezoné y aquí estamos, siendo miserables en compañía”.
Hay otras personas que la vida les ha presentado distintas personas en su camino. Bendiciéndonos con millones de anécdotas, experiencias y aprendizajes en forma de mil y una citas. Es casi un máster en psicología humana, y un máster en no sentirte rechazada si no funciona con alguien que te gusta. Ahora me encanta la emoción que viene al conocer a alguien nuevo. Y que dure mientras se mantenga bonito. Única condición.
Nada de esto debe ser un objetivo de vida. Ni estar con pocos hombres, con muchos o solo con uno. Simplemente pasa, te pasa. Hay cosas de la vida que no se planean, pero que forman parte de tu plan. Yo cuando era más joven, quería enamorarme de alguien y estar con él siempre, y me moría de la tristeza cuando ya no estaban: lágrimas, R&B y Soul noventero, pero solo de pensar en los millones de cosas que viví gracias a que se acabó, sonrío aliviada. No porque no les ame, pero por haber tenido la posibilidad de experimentar más allá de sus bonitas caritas.
¿Contestaría a la pregunta título de esta carta? No. Y desconfiaría de la persona que la planteara de la nada. ¿Vas a juzgarme? Ya te digo que soy una pecadora consciente, presente y orgullosa. Además que tengo mala memoria, no son tantos pero necesito más que los dedos de las manos ( y de los pies), tampoco tengo una lista de conquistas como un asesino en serie.
Sea cual sea tu número, sentidiño. Buena higiene, protección y ojo para elegir a la persona con la que vamos a compartir un rato, una mañana que se convierte en tarde en la cama o toda una vida.
Y si la persona con la que estás saliendo, pregunta con cuántas personas estuviste (cuando le debería de dar igual) para rematar diciendo algo así como “No es la idea de mujer con la que me quería casar” lo mandas a tomar por el culo, que necesitamos el hueco para el hombre que propone salir a cenar entre semana, hace la reserva el solito, te manda la dirección y la hora a la que te verá ahí, para rematar como Dios manda: con risas, sudor y alegría.
Cuarto: No tienes mi permiso para menospreciarme. Así que no te pases de la raya.
Love,
Nu