¿Cómo sabes que alguien te gusta más que otro?
O simplemente ¿cómo sabes que alguien te gusta?
Eso me preguntó un amigo hace dos días.
Le contesté que de la misma manera en la que sabes si una galleta te gusta más que otra. By eating them.
Fuera bromas. Para mi es muy fácil saber si alguien me gusta por la cara de gilipollas que se me pone y por la vergüenza que me invade los primeros 30 minutos hablando con él. Una vergüenza, un poco caradura, que me hace pensar que las mesas de los bares son muy grandes para mi intención de besarnos. I’ll be blushing while I’m thinking naughty things in my mind. La química y la atracción son indicadores importantes para mí. Si no te quiero pegar un mordisco en cualquier momento, no me atraes y si no me atraes, eres sólo mi amigo. And I don’t wanna be touched that way by my friends. Quizás esa es la razón más superficial y la primera en captar mi atención (aun así importante)
Pero dejando cualquier factor físico o el olor de tu perfume aparte, lo que mantiene mi atención en ti es lo interesante que encuentre tu conversación. Nada me desquicia más que descubrir que alguien es ignorante, sin mundo interior y que aun encima va de listo. Un tonto que se cree listo acaba siendo un fascista que, en su incapacidad de dominar el mundo, te querrá dominar a ti. Da igual tu cara bonita y lo bien que beses que es un can’t do para mí. En el momento que confirmo que eres tonto o un hortera, you won’t ever see me again. Y lo de hortera se ve de lejos, lo siento. Ya no hago concesiones a la manera de vestir. Tu manera de vestir habla mucho de tu manera de pensar. Y ojo, el estilo nunca tendrá que ver con el dinero que gastas en ropa. I don’t give a fuck about the money you spend y mucho me interesa tu elección de marcas y saber por qué las eliges. Cuando un hombre tiene estilo vistiendo le gana puntos si la cara no enamora tanto, pesa mas la clase que tiene. A mi me pone cachonda el buen gusto, like look at his fit.
Y algo que también tiene que ver con el buen gusto: ¿cómo trata a la gente? A los camareros, a quien se acerca a pedirle dinero en la calle, a mis amigos (que son la primera parte de mi familia que van a conocer) y una pregunta igualmente importante: ¿Cómo me trata a mí? ¿me siento relajada y segura?
Puede parecer difícil, pero siempre sabemos porque nos lo dice el estómago. El estómago es sabio. El estómago o está en calma o te está diciendo “Este pedazo de mamón no es para ti”. Otra cosa es que decidamos ignorarle porque dentro de todas esas cosas que sabemos que no van bien, hay muchas que nos encantan. Pero no es lo mismo ignorar que es un desordenado que intenta no serlo y aceptarlo, que ignorar que no tiene ni educación para saludar a tus amigos cuando tú no estás. Si no escucho a mi estómago, será imposible ignorar que la energía de mis amigos no está tranquila,para recordar que la estoy cagando entera y tomar cartas en el asunto.
Me preguntó también si cuando tengo una cita voy pensando en si va a ser el definitivo.
Absolutely not.
Tampoco es que vaya pensando en una cita y fuera. Pero es que me parece una locura ir con la intención de encontrar marido. ¿Estamos locos? Tendremos que conocer primero a la persona y a ver que pasa. No voy con el freno echado pero tampoco con el acelerador a tope. Ahora, si veo que no va a ningún lado, lo más probable es que tampoco me lie contigo. Si no me veo yendo a ningún lugar de mi futuro contigo es porque tu presencia y conversación me aburre tan tremendamente que ni siquiera me funciona la imaginación. Y no quiero ni contarles a mis amigos que me lie contigo por despecho con la vida, por pasar el rato y sin ningún tipo de ilusión.
¿Cómo sabes que alguien te gusta más que otro? Estás ilusionada y agradecida de su presencia ¿no? Dices ¡coño qué suerte! O nos casamos o acabo en terapia. Así es como tú sabes lo involucrada sentimentalmente que estás con alguien. Sin medias tintas. Como un álbum de Sza. Cuando te gusta alguien quieres estar abrazándole y dándole durísimo sin ningún tipo de respeto a la misma vez. Sin respeto consentido claro está.
Pero si tienes que andar buscando los motivos por los que te gusta o estás con alguien y no llegan rápido las palabras a tus labios, párate a pensar. Quizás lo que una vez sentiste ya no está ahí o nunca estuvo o simplemente está bloqueado. Pero es tu responsabilidad contarte la verdad. Que no te anestesie lo familiar de lo cotidiano y la rutina. Cuestiona las cosas de vez en cuando. ¿Todo bien? Más de esto, gracias. ¿Algo que añadirle? Más de esto, gracias.
Love,
Nu