Sí, lo sé, las cosas los últimos dos años no han estado precisamente para celebrar, pero he aprendido que como me quede esperando a que el mundo se coloque para sonreír, estoy jodida. Mucho peor cuanto más tiempo deje pasar entre sonrisa y sonrisa.
Anyway, “Celebra la vida cuando te vistas” hace referencia a esa mujer que quiero ver más, esa para la que cualquier ocasión es buena para vestirse en coherencia con lo bien que se siente y para ella misma. Esa mujer tiene un armario que al abrirlo le da placer en lugar de quebraderos de cabeza, lleno de aquellas cosas que ha decidido comprar para que la acompañen en su vida y no porque le arrastró un impulso. No hay tener por tener, hay tener para disfrutar, para valorar, para contar las historias de nuestras prendas.
La carta de hoy va orientada a la creación de tu armario ideal y de tu nueva relación con él, y por consiguiente, contigo. Tu armario no es simplemente aquello que llevas puesto, es la historia que te cuentas sobre ti. Y dime tú a mi como vas a saber quién eres, si vistes igual que todas y no tienes vínculos especiales con tus prendas. Así como para mí Cléa no es simplemente ropa, es el lugar donde me encuentro. Tu armario no lo es tampoco, éste cuenta si te amas, si te escondes en la ropa, si piensas que te mereces solo prendas baratas y desechables o de lo contrario si consideras que te mereces lo mejor de lo mejor.
¿Tú puedes celebrar tu armario? ¿Puedes celebrarte a ti misma en la ropa que utilizas?
Estas son las preguntas que te puedes hacer para asegurarte el éxito al abrir el armario.
Cuando vayas a comprar:
¿Me gusta de verdad o me va a acabar cansando?
¿Me va a alegrar llevarlo?
¿Me va a acompañar esta prenda mucho tiempo?
¿Me hace sentir bien?
¿Comparte esta prenda mis valores?
¿Representa esta prenda cómo quiero vivir?
¿Quién hay detrás de la marca?
¿Hay una historia que quiero seguir apoyando con mi dinero?
¿Me va a hacer cómplice esta prenda de algo con lo que no estoy de acuerdo?
¿Qué con qué no deberías estar de acuerdo?
Pues si me preguntas, lo primero de todo con la explotación humana que te permite comprar mierda a 3€. Next.
Tenemos armarios que nos saturan, que no significan nada en nuestras vidas y decimos que queremos vivir felices. Clean your closet, clean your mind.
*No eres tus cosas. Por si acaso estás perdida pensando que eres tan valiosa como ropa tengas.
*Seguir las tendencias es la mejor manera de decirle al mundo que no tienes estilo.
*No compres algo que sabes que vas a acabar tirando o donando porque ni te lo has puesto.
No laves tu conciencia donando, porque ya hay suficiente mierda en el mundo, y ropa de segunda mano.
*No vayas de compras si estás triste, tu felicidad no está ahí.
Está semana me estoy leyendo: Loved clothes last: How the Joy of Rewearing and Repearing your Clothes can be a Revolutionary Act. Primer minuto en la lectura y aparece: << El destino de la ropa está escrito tan pronto como sale de la fábrica. Hecho en la miseria, comprado a toda prisa, usado por una noche (si eso) y luego arrojado a la basura>>
El resumen perfecto.
Yo no creo que cuando alguien me compra ropa está pensando en cuando se le rompa, y yo cuando lo creo quiero crear un vínculo entre vosotras y la prenda, como si ella tuviera vida. Tengo la teoría que donde nos hemos dejado el dinerito son aquellas prendas de las que no nos queremos deshacer.
Cada vez que gastas tu dinero, estás votando por el mundo en el que quieres vivir. Y aquí no hay espacio para excusas infantiles como:
-Ya Nuria, pero es que la realidad es… Es que mi sueldo…
-Bueno, yo tampoco tenía dinero para montar una marca y mira.
What you gonna do about it? ¿Quién quieres ser? ¿No eres inteligente? ¿No eres capaz? ¿No tienes un par de ovarios bien puestos? Encuentra el camino que te lleve a estar a la altura de tus deseos. Paciencia y cariño.
Put your money where your mouth is: Lo que significa básicamente que demuestres con actos, y no sólo con palabras que apoyas una causa y que crees en ella. Cause you a grown woman.
Imagínate que tu armario te gustase, fuera útil y práctico.
No, en serio, imagínatelo. ¿Qué colores hay? ¿Qué tejidos? Cierra los ojos. Túmbate. ¿Qué llevas puesto?¿Cómo lo sientes en tu piel? ¿Cómo te gusta que te acaricie? Sorry, wrong visualization. Pero bueno, un buen armario genera el mismo placer que un hombre que sabe como usar la lengua. Bueno quizás más, o menos, depende de la generosidad del individuo.
No es un cambio de la noche a la mañana.
Así es como lo hice yo:
-Si compras en una cadena de fast-fashion: Mira la composición de la prenda, cómo está cosida, y en qué país ha sido producida, para ir acercándote cada vez más al Made in Spain. Lo mismo con los zapatos, busca los que estén hechos en España y en cuero, para que te duren años. Mi últimas botas las compré hace 4 años y son las únicas que tengo. Y no, no eres gilipollas. Sabes distinguir aunque no sepas coser lo bien cosido de lo malo. Que no te hagan pensar lo contrario.
-Cada vez que vuelvas de compras desintoxícate de un hábito más. Poco a poco irás viendo que tu armario toma forma y que no eres dependiente de la ropa.
-No te mientas ni te consientas el caer el ideas baratas como “Es que si no tuvieran trabajo de costureras tendrían que prostituirse” Oh fuck off.
-Tengo lo que me gusta, lo que me hace sentir bien, cómo si fuera de estreno, cada vez que me lo pongo. Sí, diseño para mí, para disfrutarme para disfrutar. Con lo cual, aunque me lo ponga mil veces, estoy enamorada de la prenda. Y después los piropos de la gente hacia la prenda una y otra vez a lo largo del tiempo, me confirman que son atemporales, sin fecha de caducidad.
Es una alegría cruzarte a una tía por la calle vestida con ropa bonita. Espectacular. Admirar su armario y ver que le pone mimo. Ese es mi sueño: ver a más mujeres poniéndose en su lugar, vistiéndose coherentemente y yendo a por lo que quieren sin pisarle el cuello a nadie para conseguirlo.
¿Dónde empezar a celebrar?
Conmigo.
¡Ala! ¡Hasta luego señoritas!
Love,
Nu.
P.D: ¿Útil? Compártelo con esa amiga que tiene el armario tan lleno de prendas que no puede meter ni una más. Si no la tienes es que eres tú.