Cada uno tiene lo que se ha permitido superar sus miedos.
Esta semana va tarde la carta, ninguno de los temas que tenía me llamaba a escribir de una sentada, pero llegó la inspiración: una persona que se dedica a señalar de lo mucho que tienen otros, mientras el se dedica a hacer lo mínimo (y menos si pudiera) desde que le conozco, dice que estos no se pueden quejar porque no les falta de nada. Así que el título se encendió en mi cabeza pensando en su discurso de mierda.
Qué pobreza mental. Qué conformismo. Cuánta cara dura.
Nadie tiene más por únicamente suerte. Eres afortunado si has nacido en una familia sin problemas económicos y lo sabes mantener así cuando te conviertes en una persona independiente a ella. Pero tampoco eres más afortunado que aquel que creció pobre y pese a todo, siempre tuvo ganas de superarlo, se educó a sí mismo y nunca se rindió. No sé yo si hasta esto será mejor.
Yo siempre digo que el hambre te enseña. Te hace mirar donde nunca habrías buscado, te educa porque te obliga a buscar libros que tus padres deberían haber leído y te da una empatía que se traduce en un saber estar en cualquier ambiente sin creerte mejor que nadie. Modales que ya quisieran tener aquellos que acertadamente, e insisto con el acertadamente, llamamos ‘niños ricos’.
El caso es que ser un ignorante no entiende de ceros en cuentas bancarias. Así que son la misma persona tanto el que cree que los demás tienen dinero porque les viene de familia como aquel que piensa que el pobre es pobre porque lo elige así. Ni tanto ni tan poco Manolo. Sois el mismo necio.
También os digo, ser pobre no te hace noble y ser rico no te impide serlo. Dicho esto, lo que este hombre me hizo pensar hace dos días es que cada uno tiene lo que se ha permitido superar sus miedos, sus limitaciones, la historia que se cuenta de si mismo.
A mí no me digas que tu vida va mal cuando no estás haciendo absolutamente lo más mínimo para mejorarla. Cuando pasan muchos años, todo sigue igual, te sigues quejando, señalando a los demás como gente con pasta que no tiene consideración contigo, que a ti no te llega, y que ayudan económicamente más a otros que a ti, me encantaría decirte que es tu responsabilidad, por no decir tu culpa, tu pobreza mental. No sé si es que la vagancia y la envidia van de la mano. Quizás me puse muy poética diciendo lo de superar miedos, quizás sólo tienen que superar esa pereza que les hace conformarse con su malo conocido. No os dejéis intoxicar por las palabras del que nunca tiene, ni sintáis pena por el que es un manojo de excusas. Ayudar solo a quién lo vaya a aprovechar.
Yo he pasado y paso días de miedo por la incertidumbre. Obviamente somos todos humanos. No pasa nada. Pero hay que ganarle, hay que ser más grande que ella. El caso es si te sentencias a seguir repitiendo tu momento presente cuando no te gusta. Y de eso no tienen culpa los ricos, esa es la excusa cómoda, barata y fácil que se cuentan. Lo horrible viene cuando sabes que hay una realidad mejor, un camino y tú decides ignorarlo. Pues si eliges quedarte, no te quejes y mucho menos te envenenes de celos porque otro ya logró lo que tú no quisiste perseguir.
Tengo hambre, muchas hambre. Me voy a desayunar. Buen sábado.
Love,
Nu