Bye bye alcohol.
He dejado de beber por beber. Por norma. Beber porque lo hacen mis amigos. Beber por acompañarles. Siempre he bebido alcohol, por inercia. No porque disfrute del sabor ni porque le siente bien a mi cuerpo. Ahora cuando lo hago, me gusta asegurarme de que me apetece de verdad, como una Estrella bien fría viendo el atardecer en Valdoviño.
Pero hasta que llegué a esta conclusión, la historia era un poco así:
-Un doble
-Otro para mi. Gracias.
Sin pensar.
Y una vez superas las caras de asombro de ¿Has pedido un zumo de tomate? ¿Agua? Sales de casa, disfrutas y tu cuerpo ( y sobre todo la piel) no sufren. Te levantas al día siguiente y la piel brilla, y todo tu cuerpo te agradece el que no lo hayas llenado de tóxicos. Por no hablar de como se siente la mente.
Pero muchos se ofenden, pero más que tener que ver contigo, tiene que ver con su incapacidad para no hacerlo.
<<Venga, no seas una amargada. Bebe con nosotros>> <<Venga, acompáñame con el vino>> A la gente le molesta que le hagas plantearse cosas. Pero no ofender a alguien no es razón suficiente como para beber. Así como que yo no beba no es motivo suficiente para que tú no lo hagas. Para bailar, para declararse a alguien y para vivir desde la alegría, no hace falta ir borracho ni con la chispa, así que si bebes que sea porque te encanta.
A mí, no me gusta depender de algo para influir sobre mi estado de ánimo, para relajarme, para alegrarme, para olvidarme de una semana intensa de trabajo, para bailar. Para mi la vida trata más de: Deja de hacer lo que te estresa, aléjate de lo que te entristece y deja de romperte el culo trabajando ya que nadie te va a dar un premio. En definitiva, haz más de lo que te gusta y rodéate de gente con la que no necesitas beber alcohol para pasar un buen rato.
Queremos tener una piel reluciente, sin tener una vida sana. Queremos deshacernos de la celulitis con una crema, sin abandonar nuestra mala alimentación. Queremos un cuerpo fuerte con una vida sedentaria.
A ver cuando dejamos de ser la generación que se toma pastillas para no ver los efectos de nuestras pobres decisiones, y vamos a la causa de todo, para mejorar nuestras vidas de verdad, y no tan solo de apariencia.
Y todo esto viene también de estos últimos meses, de haber estado trabajando con vosotras, que veo que queremos cosas para las que no hacemos nada al respecto. Queremos ir a un evento espectaculares, mientras arrastramos los efectos de un año en el que no hemos cuidado nada nuestro cuerpo, nos hemos alimentado mal, ni hemos dedicado tiempo a sentirnos como unas reinas. Y como siempre digo, no es el vestido ( que un poco sí), eres tú.
Así que sí de verdad queremos vernos bien, sentirnos de maravilla, ¿Qué tendremos que hacer? ¿nos tendremos que empezar a cuestionar que hacemos en nuestro día a día? ¿qué nos acerca o nos aleja de lo que queremos? Y a mí, beber alcohol, por beber, no me acercaba a la Nuria que veo en mi futuro. No es la causa de mi presente bonito. Mis causas son: meditar por la mañana, ponerme mis cremas, hacer un poco de deporte y dar las gracias. Hay muchas más. Pero lo que importa es cuáles son las tuyas. Para hacer más de lo que te acerca a lo que quieres y menos, o nada, de lo que te aleja.
Me voy a poner a trabajar.
¡Qué tengáis buen finde!
Love,
Nu.