Botox, fillers y cualquier cosa para esquivar a la muerte.
Ahora no te arreglan la cara, te la armonizan.
Se nos olvida hacer las paces con la muerte y el paso del tiempo. Negamos que envejecemos y negamos que vamos a morir. A jeringazo limpio. Pínchame aquí, aquí,
y aquí.
Hoy vamos a hablar de Botox, operaciones y fillers. No estoy en contra, de lo que si estoy en contra es del hecho de que todas las mujeres se están poniendo la misma cara. Qué vulgaridad. Qué aburrimiento. Y qué vulgaridad otra vez. Comparten cara y armario, todas bien enfundadas de Zara al grito de “Soy única” ¿Quién es quién? Dime.
Si envejeces, es que se te ha dado la oportunidad de vivir muchos años. ¿No te gusta tu vida? Fix it. “¡Ay no, odio mi cumpleaños! Me recuerda que cada vez estoy más mayor ¿Quién eres? ¿Peter Pan? Celebra tu cumple coño, que es mejor que estar bajo tierra. Pero sí, negamos el hacernos mayores, que vamos a morir y nos causamos demasiado estrés intentando evitar los signos del paso del tiempo. Y el primer recordatorio que intentamos esquivar es que la gravedad va a hacer que todo caiga un poquito.
Tengo un mechón de canas y algunas cuantas sueltas más, con esas ya hice las paces. Celulitis donde nunca antes la había visto, en los costados y el abdomen ¿Me gusta? No. Aun así sigo poniéndome arriba durante el sexo aunque me monte la barriga, porque ahora quien domina es mi mente y no lo que mi mente ve. Me siento atractiva. Aun así me sigo poniendo crop-tops. Porque no me pienso esconder. Mi cuerpo cambiará pero mi actitud es la misma, no la misma, mejor ¡qué coño! Me hago masajes faciales, face yoga para tener los músculos de la cara en forma como el resto del cuerpo. Pilates. Dry-brushing y masajes linfáticos. Pero todo como muestras de amor, de manera meditativa y nunca para destruir mi cuerpo o su apariencia. Para mimarlo. Que vereis como una coña lo de decir que tu cuerpo es tu templo, but bitch, it is.
Y las jóvenes que se operan la cara, parecen viejas ya, se echan 10 años encima al tener la piel tan tensa como las de 70 que se pasan con el bisturí. No te niego que un retoquito aquí y un allá bien hecho, está estupendo, pero no me cambies la cara por favor, quiero ser yo, no tener la cara “de moda” ni me quites arrugas que son bellas. La elegancia de Christie Turlington, Cindy Crawford, Alba Molina para envejecer. Me salen anuncios de armonización de cara en los que el antes es mejor que el después. La mujer ya era guapa antes de su intento de Bella Hadid.
Quiero que cuando alguien me pida consejo, también pueda verme en la cara que he vivido, que me he reído, que he llorado y he vuelto a empezar y que mis palabras no son disparos al aire. Que se me note que conseguí dominar esta vida.
Prueba a aprender a quererte antes de cambiarte para aprender a hacerlo, si no las operaciones serán interminables. No te olvides del valor de lo único, de lo irrepetible. Y aunque suene a anuncio de compresas cutre, eso lo eres tú.
Peleamos el envejecimiento como si eso fuera a detener el tiempo y garantizar el amor del mundo entero. Vamos en contra de la naturaleza y lo único que me asusta es la falta de elegancia con la que se hacen estas intervenciones, armonizaciones o como las quieran llamar.
Miro fotos mias antiguas y agradezco estar en esta edad, con arruguitas pero sabiendo quien soy (lo bueno y lo que tiene arreglo), con arruguitas pero más sexy, con más peso pero más segura, ya no dejo de comer por ver barrigas imaginarias en el espejo y amo tener modelos con mil curvas y celulitis, por si alguna joven se confunde como yo lo hice, y pueda ver que tu valor y atractivo no depende de tu cuerpo, si no de tu actitud y mente.
El autoestima bien trabajada hace de los retoques algo innecesario o que te apetece hacer bien. Los hagas o no, necesitas mucha autoestima para que salga natural, bonito y elegante.
Love,
Nu.